En julio de 2025, Allianz Life, la filial estadounidense del gigante asegurador Allianz SE, confirmó que un ataque cibernético a un CRM en la nube de un proveedor externo había expuesto información personal de más de 1.4 millones de clientes. Tras un proceso de ingeniería social muy elaborado, nombres, direcciones, fechas de nacimiento, números de seguro social y otra información sensible cayeron en manos de individuos maliciosos.
Este suceso no es un caso en particular, sino una señal de una tendencia que no puede ser pasada por alto. El 45% de las brechas de datos en grandes empresas son resultado de fallas en la cadena digital de suministro o en los servicios prestados por terceros.
Y en su Cost of a Data Breach Report 2025 se identificó que una brecha de datos en la nube tiene un coste medio por encima de los 4.75 millones de dólares, cantidad que se dispara si entre los datos exfiltrados se encuentran números de identificación nacional, como en este caso con el número de seguro social estadounidense.
Un CRM (Customer Relationship Management) no es únicamente un programa para gestionar, sino el lugar donde se reúne la memoria comercial de una compañía que contiene información de contacto, datos personales, historiales financieros y tendencias de consumo de los clientes y prospectos.
En lo que respecta a Allianz Life, su CRM en la nube se convirtió en la puerta de acceso a este núcleo, aunque no estaba alojado en sus propios servidores desde un punto de vista técnico. Este aspecto pone de manifiesto que muchas compañías confían en proveedores de la nube sin auditar adecuadamente los controles de seguridad que respaldan su promesa de eficiencia.
El ataque al CRM en la nube es un espejo en el que todos los líderes deben mirar como una prioridad, debido a estos:
La pregunta clave es: ¿qué hacer? No basta con resignarse. Si la nube seguirá siendo el modelo dominante, las empresas deben repensar su postura de seguridad. Estas son algunas acciones prácticas:
En conclusión, la solución no está en abandonar la nube, sino usarla con la conciencia de que, como todo ecosistema digital, puede sufrir vulnerabilidades. Y la pregunta ya no es si ocurrirá otro ataque como el presentado, sino cuándo y qué tan preparados estaremos cuando suceda.
En Never Off Technology reconocemos que este ataque es un recordatorio de que la confianza sin verificación puede convertirse en el mayor riesgo de cualquier organización. Por eso impulsamos la gestión de riesgos de ciberseguridad como una práctica estratégica y transversal, que ayude a las empresas a blindar sus operaciones, proteger la integridad de los datos y anticipar vulnerabilidades en toda su cadena digital.