Si tuviéramos que titular este año, sin duda sería el «Año de la IA Generativa».
La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser un concepto abstracto para convertirse en una herramienta fundamental en todas las industrias. Desde niños de 9 años hasta adultos de 90, la IA Generativa es un tema recurrente en las conversaciones, tanto profesionales como personales. Esta tecnología ha transformado cómo las empresas crean contenido, optimizan procesos y toman decisiones de manera autónoma, llevando a nuevas soluciones y modelos de negocio.
Las organizaciones, conscientes del enorme potencial de la IA, han trabajado arduamente para posicionarse como líderes en este ámbito. Esto ha dado paso a una rápida expansión en la creación, gestión y consolidación de datos, lo que, a su vez, ha impulsado la adopción de plataformas más robustas y eficientes para manejar grandes volúmenes de información. La IA no solo ha llegado para quedarse, sino que está forjando un futuro empresarial más ágil y competitivo, y todo indica que esta tendencia seguirá creciendo a pasos agigantados.
En paralelo, la ciberseguridad ha cobrado una relevancia sin igual en este año.
El impacto de ciberataques a la cadena de suministro, como el llevado a cabo por CrowdStrike, ha revelado vulnerabilidades críticas en los sistemas de muchas organizaciones. Estos ataques no solo afectaron a grandes corporaciones, sino también a empresas medianas y pequeñas, que no habían considerado tan grave el riesgo asociado a sus proveedores y socios. Como resultado, las organizaciones están obligadas a reconsiderar su enfoque hacia la ciberseguridad, adoptando medidas más integrales y colaborativas para proteger sus activos digitales.
Este también ha sido el primer año completo de funcionamiento de VMware bajo la adquisición de Broadcom, lo que ha generado incertidumbre entre los clientes y socios que dependían de la infraestructura de VMware. Este cambio ha obligado a muchas empresas a revisar sus estrategias de infraestructura a largo plazo, adaptándose a nuevas políticas de licencias y modelos de negocio más flexibles.
A medida que las organizaciones entran en 2025, se enfrentan a un año lleno de desafíos y oportunidades tecnológicas.
Tras intensas conversaciones con clientes y socios, y un análisis detallado de las tendencias emergentes, hemos identificado las principales áreas que dominarán el panorama tecnológico este año.
La Inteligencia Artificial, en particular, seguirá consolidándose como una prioridad estratégica para las empresas. En los últimos años, muchas organizaciones comenzaron con proyectos piloto de IA, explorando cómo integrar esta tecnología en sus operaciones. Ahora, las empresas están pasando a una fase más madura, centrando sus esfuerzos en proyectos clave con objetivos bien definidos. Esto llevará a una concentración de recursos y presupuestos en la IA, mientras que los departamentos de TI buscarán formas de optimizar el gasto, reasignando fondos de iniciativas menos estratégicas para financiar proyectos clave.
La Gestión de Datos será otro reto crítico este año. Con la integración de la IA en las operaciones diarias, las organizaciones necesitarán plataformas robustas para gestionar los grandes volúmenes de datos generados. En lugar de utilizar soluciones aisladas, las empresas están unificando sus datos a través de plataformas como BigQuery y sistemas de almacenamiento de objetos.
La protección de esta información será vital, no solo por el cumplimiento normativo, sino también para asegurar la continuidad del negocio. La disponibilidad, integridad y seguridad de los datos serán más cruciales que nunca, especialmente a medida que la IA y otros sistemas automatizados se convierten en piezas clave para la toma de decisiones en las empresas.
La Protección de la Cadena de Suministro seguirá siendo un desafío importante. Los riesgos relacionados con los proveedores y socios, que se intensificaron con los ciberataques del año pasado, seguirán siendo una prioridad para las organizaciones. Este año, las empresas invertirán más en estrategias de protección de datos para entornos de nube pública y servicios SaaS, asegurándose de que sus proveedores cumplan con estándares de seguridad robustos.
Las evaluaciones de riesgos realizadas el año pasado se convertirán en planes de acción más concretos, ya que las organizaciones se enfocan en proteger sus activos digitales de una manera más colaborativa y preventiva.
En cuanto a la infraestructura tecnológica, 2025 será un año clave para muchas medianas empresas que tomarán la decisión de migrar a plataformas como VMware. Este cambio, que en años anteriores parecía lejano, se hará realidad, ya que las medianas empresas, más ágiles que las grandes corporaciones, podrán adaptarse más rápidamente a nuevas soluciones de virtualización y nube híbrida.
La repatriación de datos se incrementará este año, ya que las empresas buscarán un enfoque más equilibrado en cuanto a la elección de la nube adecuada para cada carga de trabajo. En lugar de adoptar una estrategia de migración unidireccional a la nube, las organizaciones estarán reevaluando sus plataformas de virtualización y considerando soluciones híbridas que les permitan mantener la flexibilidad operativa. De este modo, algunas cargas de trabajo volverán a los entornos locales, mientras que otras se moverán a la nube según las necesidades cambiantes del negocio.
La integración de la Inteligencia Artificial y la ciberseguridad se ha consolidado como una prioridad estratégica para las organizaciones, que deben adaptarse a un entorno tecnológico en constante cambio. Mientras la IA sigue transformando la gestión y el análisis de datos, la protección de estos se vuelve crucial, especialmente frente a crecientes amenazas cibernéticas.
En 2025, las empresas deberán equilibrar la adopción de soluciones tecnológicas innovadoras con una gestión más robusta de la seguridad y la protección de la cadena de suministro, garantizando así la continuidad del negocio y la confianza en sus sistemas.
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