En el ámbito empresarial, uno de los elementos más importante que las compañías necesitan administrar es su infraestructura de red. Con el progreso tecnológico y la digitalización, la gran mayoría de las empresas están optando por soluciones en la nube debido a sus beneficios en cuanto a versatilidad y coste.
No obstante, la gestión de redes no se limita a seleccionar lo que resulta más rentable o escalable, sino también a gestionar los riesgos vinculados a la ciberseguridad.
Antes de abordar el impacto del tema, resulta esencial comprender las diferencias entre las redes convencionales y las basadas en la nube. Las redes convencionales requieren de dispositivos físicos como routers, switches y firewalls, todos administrados en el sitio, dentro de las instalaciones de la compañía. Esto proporciona un control total sobre la infraestructura, sin embargo, también plantea una serie de retos en cuanto a costos y conservación.
Por otro lado, las redes en la nube están basadas en servidores y tecnología virtualizada que se gestionan desde centros de datos remotos. Las plataformas de proveedores como AWS, Microsoft Azure o Google Cloud brindan a las empresas la capacidad de escalar y gestionar sus redes sin necesidad de grandes inversiones iniciales en hardware físico. Sin embargo, con esta conveniencia vienen ciertos riesgos, sobre todo en lo que respecta a la seguridad.
En cambio, las redes en la nube se fundamentan en servidores y tecnología virtualizada que se administran desde centros de datos a distancia. Plataformas de proveedores proporcionan a las compañías la habilidad para expandir y administrar sus redes, evitando la necesidad de invertir considerablemente en hardware físico al inicio. No obstante, esta comodidad conlleva ciertos peligros, especialmente en términos de seguridad.
Las infraestructuras de red, ya sean tradicionales o basadas en la nube, presentan desafíos comunes que pueden afectar tanto a la eficiencia como a la seguridad de las empresas.
Estos problemas no solo incrementan los costos operacionales, sino que también pueden exponer a las organizaciones a amenazas cibernéticas graves. En este contexto, es fundamental entender y abordar estos retos para asegurar una infraestructura de red sólida y eficiente.
Uno de los inconvenientes más habituales para las empresas que se trasladan a la nube es el costo de las redes. A pesar de que trasladar datos a la nube puede resultar relativamente rentable, los gastos vinculados a mover dichos datos fuera de la nube (conocidos como "egresos fees") pueden acumularse con rapidez.
Esto es particularmente relevante para las aplicaciones las cuales producen numerosas peticiones de red, lo que provoca un aumento inesperado en los costos. Este tipo de costos representan una gran inquietud para numerosas compañías, particularmente cuando las configuraciones de red no están adecuadamente optimizadas.
Tanto en redes tradicionales como en la nube, las configuraciones de red incorrectas son un inconveniente habitual que puede poner en peligro a las compañías frente a peligros informáticos. En realidad, casi la mitad de las infiltraciones malintencionadas en la nube durante el primer semestre de 2024 se originaron por configuraciones incorrectas.
Cuando no se administran correctamente las configuraciones de la red, pueden desencadenar ciberataques que impactan seriamente en la seguridad de los datos.
En las redes convencionales, la mayor parte de las empresas se apoyan en equipos de informática interna para administrar todo lo concerniente a la infraestructura de red. No obstante, en un ambiente híbrido o en la nube, resulta imprescindible que los equipos de redes colaboren estrechamente con los creadores de software.
La ausencia de comunicación entre estos colectivos frecuentemente conduce a inconvenientes de funcionamiento y seguridad, dado que los programadores pueden diseñar aplicaciones sin considerar las necesidades o restricciones de la infraestructura de red. Esto, por consiguiente, aumenta los peligros en el ciberespacio, dado que las aplicaciones pueden no estar diseñadas para trabajar de forma segura en la red.
Independientemente de si tu infraestructura es tradicional o basada en la nube, la gestión de riesgos de ciberseguridad debe ser una prioridad. Las empresas deben estar preparadas para identificar y mitigar los riesgos potenciales antes de que se conviertan en amenazas graves. Aquí algunas claves para garantizar una infraestructura de red segura:
Las redes tradicionales tienen varias ventajas y desventajas. Entre sus ventajas, proporcionan un control absoluto sobre todos los elementos de la infraestructura, incluyendo la seguridad, lo que facilita una administración más directa. Además, su desempeño es constante y predecible, dado que no requieren de una conexión a Internet, asegurando así un funcionamiento ininterrumpido.
No obstante, tienen desventajas, como los elevados gastos relacionados, tanto en los costos iniciales como en el mantenimiento del hardware, lo que puede representar un reto para numerosas compañías. Además, la capacidad de expansión de las redes convencionales es restringida, lo que complica la ampliación de la infraestructura cuando la demanda aumenta.
Las redes en la nube presentan varios beneficios y limitaciones. Entre los beneficios más destacados se incluyen la escalabilidad, pues posibilitan a las compañías modificar sus recursos de forma adaptable y a un costo reducido, ajustándose a las demandas variables.
Adicionalmente, la nube disminuye la demanda de mantenimiento, dado que las plataformas administran la mayoría del mantenimiento y las actualizaciones de seguridad. No obstante, igualmente tienen inconvenientes, como la necesidad de conexión a Internet, lo que implica que la disponibilidad de la red se basa en la calidad de la conexión. Igualmente, los riesgos de seguridad son comunes; a pesar de que los proveedores de la nube administran la seguridad, las compañías deben tomar responsabilidad en la salvaguarda de sus datos y ajustes.
Elegir entre redes tradicionales y redes en la nube depende de múltiples factores, como el tamaño de la empresa, sus necesidades de seguridad y su capacidad para manejar infraestructuras complejas.
Sin embargo, independientemente de la opción elegida, lo más importante es implementar una gestión de riesgos de ciberseguridad sólida que abarque desde la configuración de la red hasta el monitoreo frecuente.
Proteger adecuadamente tu red es más que una medida técnica, es una decisión estratégica que resguarda la estabilidad de tu negocio. En Never Off Technology, trabajamos para que cada conexión esté protegida, minimizando riesgos y asegurando que tu empresa nunca se detenga ante ataques externos. ¡La seguridad de tu empresa no se improvisa, se garantiza!