En primer lugar, el spam a menudo lleva consigo malware, como virus, troyanos o ransomware, que pueden infectar nuestros dispositivos y comprometer la seguridad de nuestra información personal y empresarial.
Estos programas maliciosos pueden robar datos confidenciales, dañar archivos importantes o incluso tomar el control completo de nuestros sistemas, causando estragos en nuestras vidas y negocios.