Ciberamenazas actuales

¿Un simple SMS? Así operan los cibercriminales que roban tu identidad desde tu teléfono

Cada día millones de personas revisan sus teléfonos sin sospechar que un simple mensaje de texto puede convertirse en el inicio del robo de su identidad, su dinero o su información personal de mayor valor.  La amenaza no proviene de virus perceptibles ni de ataques sofisticados a servidores de negocios, sino de algo mucho más habitual y diario: los mensajes de texto (SMS).

Smishing es un método de phishing que emplea mensajes de texto en vez de emails para engañar a los usuarios y conseguir sus datos personales o económicos.  El engaño ha progresado con tanta complejidad que numerosas víctimas no se percatan de haber sido estafadas hasta días después, cuando descubren cargos bancarios no autorizados, bloqueos de cuentas o incluso problemas legales ficticios.

Hoy en día, organizaciones delictivas han profesionalizado esta estrategia. Desde Asia hasta América, se calcula que uno solo de estos grupos tiene la capacidad de transmitir más de 2 millones de mensajes diarios, lo que equivale a 720 millones de intentos de fraude anuales, una cantidad suficiente para llegar a cada ciudadano de Estados Unidos en múltiples ocasiones.  Se trata de una industria criminal que funciona de manera eficiente de fábrica y utiliza herramientas tecnológicas cada vez más avanzadas. 

Asimismo, miles de usuarios en la India reciben mensajes que parecen originarse de bancos locales, en Europa, los correos aparentemente provienen de autopistas o servicios de correo y, en Latinoamérica, la estrategia se ajusta a advertencias de aduanas, promesas de recompensas, y cobros fraudulentos de impuestos.  El objetivo siempre es el misma que consiste en provocar una respuesta rápida y emocional que conduzca a la víctima a caer la trampa.

Lo más preocupante es que esta amenaza se ha infiltrado en nuestro día a día, escondida entre alertas legítimas.  Las repercusiones son serias, como son: robo de identidad, estafas económicas, alteración de cuentas en línea, y principalmente, una disminución progresiva de la confianza en los sistemas digitales. 

Por lo tanto, la gestión de riesgos de ciberseguridad ya no debería ser un deber exclusivo de las grandes compañías, sino que debe ser una práctica también implementada por gobiernos, entidades educativas y, principalmente, por los ciudadanos comunes.

1. ¿Cómo identificar un mensaje de smishing?

Si bien estos mensajes pueden ser muy convincentes, existen ciertas características comunes que permiten detectarlos antes de que sea demasiado tarde. Es fundamental aprender a reconocer estas señales como parte de una estrategia personal de gestión de riesgos de ciberseguridad.

  • Tono urgente o amenazante: Frases como "Su cuenta será suspendida", "Último aviso" o "Evite acciones legales" son tácticas comunes para provocar una reacción impulsiva.
  • Enlaces sospechosos: Muchos mensajes incluyen URLs que aparentan ser oficiales, pero contienen errores sutiles, dominios raros (.xin, .top, .com-), o palabras adicionales que no forman parte del dominio original.
  • Errores gramaticales o de ortografía: Aunque menos frecuentes en ataques recientes, algunos mensajes aún presentan fallos que revelan su origen fraudulento.
  • Solicitudes de información personal: Las instituciones serias nunca pedirán contraseñas, datos bancarios o códigos de autenticación a través de SMS.
  • Números o remitentes desconocidos: Si el número parece inusual o no coincide con los canales oficiales de la entidad, desconfía.

Aprender a reconocer estos elementos es un paso importante dentro de cualquier esquema de prevención. La educación digital básica es hoy, más que nunca, una barrera de contención imprescindible.

El FBI y otras entidades ya han alertado que estos fraudes no solo no están reduciéndose, sino que están transformándose en formas más violentas. Por esta razón, cada usuario debe adoptar una posición activa. No es simplemente eliminar un mensaje, también es comprender que cada clic puede generar efectos irremediables.

En muchos casos, los mensajes resultan tan persuasivos que incluso individuos con elevados grados de conocimiento digital han sido engañados. En plataformas como Reddit o X (antes llamado Twitter), son abundantes las historias de usuarios que, sin tener conocimiento, fueron víctimas después de recibir alertas supuestamente del DMV, de bancos locales o incluso del gobierno federal.

La gestión de riesgos de ciberseguridad en el ámbito individual empieza por adoptar una regla de oro: ante la duda, no hagas clic. Verifica la información directamente desde los canales oficiales y, si el mensaje te genera ansiedad o presión para actuar, es casi seguro que se trata de un intento de fraude.

2. Consecuencias del smishing: más allá del robo de datos

Los impactos de estos fraudes no se limitan al robo de contraseñas o accesos no autorizados. Las consecuencias pueden extenderse en múltiples niveles y afectar tanto a la víctima como a su entorno laboral, social o económico.

  • Pérdidas económicas directas: Transferencias no autorizadas, uso fraudulento de tarjetas, compras indebidas, robo de criptomonedas o vaciamiento de cuentas de ahorro.
  • Robo de identidad: Una vez que los criminales tienen acceso a tus datos, pueden crear perfiles falsos, pedir préstamos a tu nombre o abrir cuentas bancarias sin tu conocimiento.
  • Afectación del historial crediticio: El uso indebido de tu información puede dañar tu reputación financiera y dificultar futuras operaciones legales como alquilar una casa o solicitar un crédito.
  • Uso en actividades delictivas: Tus datos pueden ser usados como "pantalla" para cometer otros delitos, lo que puede arrastrarte a procesos legales difíciles de revertir.
  • Compromiso de redes empresariales: Si un empleado cae en la trampa desde un dispositivo vinculado a la red corporativa, puede comprometer información confidencial de toda la empresa.

Estos resultados resaltan la importancia de implementar una gestión estructurada de los riesgos de ciberseguridad, ya que es imprescindible que las organizaciones capaciten a sus trabajadores para identificar y denunciar intentos de smishing, implementar políticas de uso seguro de dispositivos móviles y asegurar vías de comunicación transparentes para incidentes de seguridad.  

A medida que estos ataques escalan, también lo hace la tecnología utilizada por los delincuentes. Muchos ya integran herramientas de inteligencia artificial para personalizar los mensajes, utilizando información disponible en redes sociales o bases de datos filtradas para hacer que el fraude parezca real. Esto significa que no importa qué tan cuidadoso seas, si no tienes una política clara de protección digital, tarde o temprano podrías ser vulnerable.

3. Buenas prácticas de protección contra smishing

Protegerse no requiere conocimientos técnicos avanzados, pero sí disciplina, sentido crítico y una actitud activa frente a la información digital. A continuación, se enumeran algunas prácticas esenciales:

  • Evita hacer clic en enlaces enviados por SMS a menos que estés absolutamente seguro de su procedencia. Incluso si el remitente parece confiable, verifica siempre desde una fuente externa.
  • Activa la autenticación en dos pasos en todos tus servicios digitales. Esto añade una capa extra de seguridad incluso si tus credenciales son robadas.
  • Revisa periódicamente tus movimientos bancarios y reporta cualquier actividad sospechosa de inmediato.
  • Actualiza el sistema operativo y las apps de tu teléfono para asegurarte de contar con los últimos parches de seguridad.
  • Denuncia los intentos de fraude ante las autoridades correspondientes. En EE. UU., puedes reportar estos mensajes al FBI, FTC o directamente a tu proveedor móvil.
  • Habla del tema con tu familia y amigos. Educar a otros es una forma efectiva de detener la propagación de estos ataques.

Para finalizar, el smishing se ha consolidado como una de las amenazas más graves de la era digital. Su progreso, alcance y complejidad han evidenciado que la seguridad en internet ya no puede confiar exclusivamente en contraseñas fuertes o programas de antivirus. Requiere atención constante, una actitud crítica y bien informada, y una clara estrategia de gestión de riesgos de ciberseguridad en todos los niveles: personal, empresarial y estatal.

La transformación digital nos ha dado herramientas poderosas, pero también ha abierto puertas a nuevas formas de engaño. En Never Off Technology, ayudamos a las organizaciones a enfrentar estas amenazas con soluciones integrales que combinan análisis proactivo, monitoreo inteligente y cultura digital preventiva.

Nuestro enfoque se adapta a las particularidades de cada empresa, fortaleciendo no solo sus sistemas, sino también las decisiones humanas que los protegen. Por esto, desarrollar una cultura de seguridad no es un lujo, es una necesidad urgente porque cada mensaje podría ser una trampa, y cada clic, una caída.

Ten la tranquilidad de
que tu empresa está protegida