Los ciberdelincuentes pueden aprovecharse de varios agujeros para atacar los dispositivos de nuestra vivienda. En un mundo cada vez más conectado, cuesta imaginar una casa que no tenga algún tipo de aparato inteligente.
Nueve de cada diez personas consideran que estos dispositivos facilitan la vida, de acuerdo con un reciente estudio de IPSOS. Ya sea un altavoz que también puede elaborar una lista de la compra, un timbre con una cámara totalmente funcional o una alarma de incendios que se conecta directamente al teléfono móvil para acordarse de cambiar las pilas, hay tantas opciones como necesidades.
Sin embargo, esto no implica que estos dispositivos estén libres de riesgos. De hecho, una investigación reveló hace unos meses que, de media, los hogares con dispositivos inteligentes están expuestos a 12.000 ciberataques a la semana desde cualquier parte del mundo, lo que indica la magnitud del problema.
Los hogares con dispositivos inteligentes están expuestos a 12.000 ciberataques a la semana desde cualquier parte del mundo.
A partir de ahí, basta con poner las noticias para escuchar historias de terror, que van desde aparatos que escuchan conversaciones privadas hasta piratas informáticos que utilizan aparatos con cámara para acceder en directo al interior de las casas.
Además, por si fuera poco, estos intrusos pueden ir un paso más allá y aprovechar el teletrabajo para dirigirse a los dispositivos profesionales, en ocasiones desprotegidos, que están conectados a la misma WiFi comprometida y obtener acceso a la red corporativa.
Mediante el uso de los dispositivos domésticos inteligentes como puerta de entrada, estos ciberdelincuentes pueden abrir un camino de caos total, afectando no sólo a la privacidad personal, sino también dando lugar a una posible violación de datos en toda la empresa.
«Como usuarios, somos muy conscientes de las precauciones que hay que tomar para evitar que los delincuentes entren en nuestras casas y roben nuestras posesiones físicas. Sin embargo, la mayoría de las veces pasamos por alto las amenazas ocultas que plantean nuestros dispositivos domésticos inteligentes, que permiten a los ciberdelincuentes observar y escuchar nuestras conversaciones más privadas dentro de nuestro propio hogar», destaca Eusebio Nieva, Director Técnico de la empresa de ciberseguridad Check Point para España y Portugal.
Teniendo esto en cuenta, es tiempo que el usuario tome las medidas necesarias para evitar sufrir cualquier tipo de incidencia. A continuación, recogemos siete de las más importantes.
Actualizar los dispositivos cuando sea necesario es indispensable para mantener una casa y sus datos protegidos. Los ciberdelincuentes cambian su manera de atacar de forma constante y por ello es importante tener una protección actualizada contra estas amenazas.
La mayoría de routers permiten crear una red independiente para ellos, lo que implica más obstáculos para cuando los ciberdelincuentes intenten acceder.
También es posible establecer una «configuración de invitados» para que permita a los amigos y a la familia acceder a Internet, pero sin el riesgo añadido de tener que registrar o compartir sus datos de acceso a la red principal.
Cuando se trata de crear contraseñas fuertes para los dispositivos hay que asegurarse de que sean aleatorias y no personales. Es cierto que las contraseñas complejas son más difíciles de recordar, así que es recomendable utilizar un gestor de contraseñas para mantenerlas protegidas.
Si se establece una forma adicional de autenticación, conocida como de dos factores o 2FA, se puede disuadir a los ciberdelincuentes de acceder a estos aparatos.
Aunque esto puede suponer un ligero inconveniente para el usuario, no es nada comparado con el trastorno que puede causar un ciberataque.
Hay que garantizar que un router utilice el nivel más alto de encriptación para mantener la data a salvo de amenazas no deseadas.
Asegúrese de no olvidar los extensores WiFi internos o las redes domésticas Powerline, que también tendrán una configuración para permitir el cifrado en toda la red doméstica. Esto, a su vez, añadirá una capa adicional de protección, no sólo para su router, sino también para sus dispositivos inteligentes.
Esto es distinto a las contraseñas de la red WiFi, pero igual de importante. La mayoría de los routers tienen una contraseña simple por defecto para permitir una fácil configuración cuando se instalan por primera vez, pero como resultado son igual de fáciles de adivinar para los ciberdelincuentes, incluso hay listas de las más comunes online, por lo que hay que estar seguro y cambiarlas tan pronto como sea posible.
Dado que cada vez más personas trabajan desde casa, es importante que se protejan los dispositivos de trabajo tanto como los personales cuando dependen de la red WiFi doméstica. Para ello, hay que asegurarse de que están actualizados con la última tecnología antivirus. Si se mantienen seguros, se puede reducir la amenaza que suponen.