Durante años, los ataques cibernéticos se centraban en acceder a computadoras personales o servidores, pero en la actualidad, los ciberdelincuentes han evolucionado. Estos ya no se conforman con vulnerar un solo equipo, ahora buscan comprometer todo tu ecosistema digital y lo más preocupante es que pueden hacerlo con algo tan simple como un escaneo de código QR desde tu celular.
Solo es suficiente con que escanees un código con tu teléfono móvil mientras estás navegando en tu computadora, para que el ataque se propague de un aparato a otro. Esta configuración simboliza una amenaza silente, oculta y sumamente eficaz.
Este tipo de ataque no requiere que descargues nada en tu computadora. Solo necesita un momento de distracción, una mala decisión al escanear, y una sincronización activa entre tus dispositivos. Una vez dentro de uno, el ataque se replica en el otro, y a partir de ahí, la cadena de propagación puede continuar: aplicaciones bancarias, cuentas de correo, redes sociales y hasta el almacenamiento en la nube quedan expuestos.
Los ciberdelincuentes entienden que vivimos hiperconectados, es decir, nuestra laptop, tablet, celular y hasta el reloj inteligente están sincronizados entre sí. Por eso, no necesitan vulnerar todos tus dispositivos, ya que solo basta con entrar en uno. Estas son las razones por las que este ataque es tan peligroso incluyen:
Todo esto refuerza la importancia de implementar una gestión de riesgos de ciberseguridad más allá del ámbito empresarial, ya que hoy, cada persona necesita estrategias claras para protegerse.
Este tipo de ataque aprovecha múltiples debilidades en simultáneo. Esto significa que no es solo un virus o un archivo malicioso, sino que es una combinación de factores técnicos y humanos. Aquí se explica cómo puede ocurrir:
Para estar preparado para esto es necesario adoptar hábitos de seguridad que se integren de forma natural en nuestra rutina digital.
Por ejemplo, hay que desconfiar de los códigos QR cuyo origen no podamos verificar, así como evitar el uso de contraseñas repetidas en diferentes servicios, apoyarse en gestores confiables que generen claves seguras, activar la autenticación de dos factores para añadir una capa extra de protección y desactivar la sincronización automática entre dispositivos si no es realmente necesaria, son acciones simples que reducen significativamente las posibilidades de ser víctima de un ataque que aproveche la conexión entre nuestros equipos.
Del mismo modo, mantener siempre actualizados los sistemas operativos y las aplicaciones, revisar periódicamente la actividad en nuestras cuentas para detectar accesos sospechosos, y evitar conectarse a redes Wi-Fi públicas al momento de gestionar información sensible, son medidas que refuerzan de forma efectiva nuestra capacidad de respuesta ante posibles amenazas.
Además, integrar estas prácticas como parte de gestión de riesgos de ciberseguridad permite no solo anticiparnos a los riesgos, sino también minimizar el impacto de cualquier intento de intrusión, protegiendo así lo más valioso de nuestro entorno digital.
Si sientes que ya caíste en una trampa, actúa rápido. Aquí te dejamos los pasos que debes seguir inmediatamente:
Lo que hace peligroso a este tipo de ataque no es su complejidad técnica, sino su capacidad para pasar desapercibido, ya que el atacante no necesita acceder directamente a tu computadora o teléfono, solo le basta con tu rutina, tu confianza y esa costumbre cada vez más común de escanear códigos sin cuestionarlos.
En un entorno donde la tecnología avanza rápidamente, protegerse va mucho más allá de instalar programas de seguridad, ya que requiere conciencia, educación y una estrategia que permita anticiparse a las amenazas y reaccionar a tiempo.
En Never Off Technology entendemos que la seguridad digital no comienza después de un ataque, sino desde el uso diario de cada dispositivo. Por eso, promovemos una cultura preventiva donde la gestión de riesgos de ciberseguridad se convierte en una herramienta esencial para proteger la información y la confianza de nuestros usuarios.