Viajar puede ser una experiencia cautivadora por factores como aeropuertos, conexiones, culturas desconocidas, juntas de trabajo o escapadas recreativas. No obstante, en medio de este dinamismo, también abrimos las puertas a riesgos que a menudo son ignorados. Uno de ellos es tan sencillo como conectar tu iPhone o cualquier otro teléfono inteligente a un puerto USB público para que se cargue.
Una clara advertencia ha sido emitida recientemente por la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) diciendo que se mantengan alejados de los puertos USB públicos. A pesar de que parecen inofensivos, pueden transformarse en el medio ideal para que los ciberdelincuentes ingresen a tus datos, instalen malware o manejen tu dispositivo sin que te des cuenta.
Lo que se conoce como juice jacking es un método de ataque en el que un puerto de carga público, aparentemente seguro, está manipulado para robar datos o instalar programas maliciosos en tu teléfono. Es decir, cuando conectas tu dispositivo, no solo fluye electricidad, sino también puede fluir información. Los mismos cables y puertos que cargan tu batería permiten transferir fotos, contactos, credenciales y más. Un atacante con acceso a ese puerto puede:
Lo más preocupante es que el usuario no suele darse cuenta hasta que es demasiado tarde, por esto, no es solo un problema del viajero desprevenido, es también una amenaza real para las empresas que cada día confían más en la movilidad de sus empleados.
Aquí entra en juego la gestión de riesgos de ciberseguridad, que no se limita a grandes corporaciones, sino que puede aplicarse en la vida diaria de cualquier persona. Se trata de identificar amenazas, evaluar su probabilidad e impacto, aplicar controles de mitigación y mantener un ciclo constante de mejora.
Para este caso, los pasos serían:
En este ciclo se refleja lo que las empresas aplican a gran escala, pero que también debe formar parte de la rutina de cada viajero consciente.
Aunque el “juice jacking” ha sido el detonante de la alerta, existen otros riesgos asociados al entorno de viajes:
En conclusión, lo que parece un gesto cotidiano como cargar tu iPhone en un puerto público, puede convertirse en el inicio de un problema mucho mayor. La advertencia de la TSA nos recuerda que la seguridad digital no depende de grandes ataques visibles, sino de pequeños hábitos que marcan la diferencia.
Si viajas como turista, protege tu privacidad. Si viajas como ejecutivo, protege también la reputación y los activos de tu empresa. Y si eres líder organizacional, integra estas prácticas en una estrategia más amplia de gestión de riesgos de ciberseguridad.
En Never Off Technology entendemos que cada alerta sobre riesgos digitales, como el uso de puertos USB públicos, trasciende lo individual y se convierte en un llamado urgente para las organizaciones. La gestión de riesgos de ciberseguridad no solo protege dispositivos, sino también la continuidad del negocio, la confianza de los clientes y la reputación corporativa. Por eso acompañamos a las empresas en la creación de políticas, controles y prácticas que minimicen vulnerabilidades, fortalezcan la cultura digital interna y aseguren que cada interacción tecnológica, ya sea dentro o fuera de la oficina, se desarrolle en un marco de seguridad y resiliencia empresarial.