La digitalización ya no es un beneficio competitivo, sino el fundamento sobre el cual funcionan las compañías de todos los tamaños. Por lo tanto, el impacto de un ciberataque que tiene la capacidad de interrumpir operaciones críticas puede ser devastador.
El reciente suceso que dejó inoperantes a varias plantas de Jaguar Land Rover evidenció que no hay ninguna organización exenta de riesgos y que es imprescindible gestionar los riesgos de ciberseguridad para poder seguir funcionando.
A finales de agosto de 2025, Jaguar Land Rover sufrió un ciberataque que afectó sus sistemas centrales en el Reino Unido. La compañía tuvo que detener la producción en sus tres plantas británicas durante aproximadamente seis semanas. A continuación, se presentan datos minuiciosos sobre este ciberataque:
Estos números subrayan que el ataque no fue un simple incidente de TI, sino un evento que afectó la operación, las finanzas, la cadena de suministro y la economía nacional. Y por ello, la gestión de riesgos de ciberseguridad debe considerarse una dimensión integral de la gestión del negocio.
La naturaleza del ataque también revela que la vulnerabilidad no necesariamente proviene del lado fácil (como un simple robo de datos), sino de la interrupción en la paralización de sistemas, de procesos de producción, de la logística de componentes, de la cadena de valor. JLR, al interrumpir sus fábricas, mostró que en la industria manufacturera la frontera entre lo digital y lo físico es muy difusa.
Además, la red de proveedores de JLR, estimada en alrededor de 5,000 empresas afectadas, muestra el alcance que puede tener un ataque no solo la empresa principal, sino múltiples niveles debajo que también sufren.
Este factor hace particularmente relevante la gestión de riesgos de ciberseguridad extendida a toda la cadena de valor.
Al analizar lo ocurrido, podemos identificar varias fallas comunes que actuarán como advertencias para otras empresas:
Estos puntos no son exclusivos de grandes empresas, sino muchas pymes y medianas empresas también los padecen.
Por ello, reforzar la gestión de riesgos de ciberseguridad debe empezar con una evaluación honesta de estos elementos.
Aunque JLR es un gigante automotriz, las implicaciones de su ataque son aplicables a cualquier organización que use tecnología para operar. Estas son las lecciones más importantes:
Para una empresa en República Dominicana, por ejemplo, que ofrezca servicios de integración de equipos, asesorías laborales o asistencia de procesos internos, aplicar la gestión de riesgos de ciberseguridad significa no solo proteger sus propios sistemas, sino también asegurar que sus clientes, proveedores y empleados participen en esa cultura de seguridad.
En conclusión, el caso de Jaguar Land Rover evidencia que los ciberataques actuales tienen la capacidad de desestabilizar por completo a una organización, afectando desde la operación diaria hasta la relación con proveedores y clientes.
Más que un problema técnico, se trata de un desafío empresarial que exige visión estratégica y una preparación integral.
En Never Off Technology, ayudamos a las empresas a fortalecer su gestión de riesgos de ciberseguridad para evitar interrupciones como las que afectaron a JLR. Nuestro enfoque combina prevención, respuesta y continuidad operativa para que las organizaciones sigan funcionando aun ante un incidente digital.