Debido a la Covid-19 el panorama actual laboral se ha vuelto híbrido, obligando a las empresas a permanecer en el mundo digital; aunque esta situación, claro, llegó con sus propios riesgos, los llamados ciberataques.
Todas las empresas y negocios, sin importar su tamaño, cada día invierten más y más en ciberseguridad, ya que los ataques cibernéticos representan los riesgos más importantes para las empresas en todo el mundo; además de que acarrean consecuencias que pueden afectar gravemente a la productividad de estas.
Mientras más pronto exista la consciencia sobre el cibercrimen, menores serán las brechas de seguridad que deberás cubrir en tu evolución empresarial, haciendo simple el ver su alineación con los objetivos y necesidades de tu negocio, así como su justificación.
Este término se refiere al conjunto de personas, tecnologías y procesos con el propósito de proteger los activos digitales de tu empresa de amenazas que comprometan tu confidencialidad, integridad o disponibilidad.
En resumen, sus actividades principales derivan en proteger, detectar y responder ante ataques cibernéticos.
La complejidad de este término reside, sobre todo, en que hay un aumento de consumo de servicios y medios de pago vía Internet; mientras más consumo, hay un aumento en la superficie de ataque, por lo que es necesario un esquema de protección, detección y respuesta en términos de ciberseguridad.
Hay ciertas medidas con las que se puede comenzar para invertir de manera inteligente para evitar delitos cibernéticos:
Hay que controlar la concesión de privilegios cuidadosamente, para evitar el riesgo de uso indebido.
Consiste en una protección por «capas» que dificulta la entrada a una persona no autorizada a su objetivo, como una ubicación física, un dispositivo informático, una red, base de datos, etc.
Algunas de estas normas:
1. No abrir correos electrónicos sospechosos o de cuentas desconocidas.
2. Especial cuidado con la suplantación de logos e imágenes de firmas.
3. Limitar el uso de medios externos, como USB; se deben escanear en busca de malware antes de importarlos al sistema corporativo.
4. Usar conexiones «https» en vez de «http», por su gran diferencia que es la seguridad. Este se consigue con un certificado de seguridad que lo emite una autoridad de certificación (CA).
Con una empresa externa de seguridad puedes invertir de manera inteligente con estos propósitos en mente, donde podrás ocuparte de lo que requieres dentro de tu empresa y olvidarte de la ciberseguridad y protección de la data, manteniendo tus datos y la reputación de tu marca intacta.